Mes de los Abrazos
Hoy queremos compartir con vosotros la vivencia de uno de los trabajadores de la Fundación, que se hace extensible al resto.
Por sentimientos como el que vais a ver reflejado, durante todo este mes de Diciembre la Fundación os ha dado la oportunidad de poder abrazar a vuestros seres queridos.
Este 31 de Diciembre finaliza un mes muy especial
EL MES DE LOS ABRAZOS
Hace 10 meses que sufrimos el comienzo de lo que iba a ser un cambio radical en nuestras vidas, en nuestra sociedad, en nuestra manera de entender y vivir la vida… Concretamente, hace 10 meses empezó para los residentes, trabajadores y familiares nuestra peor pesadilla; pesadilla que no voy a recordar porque no tengo el valor ni quiero hacerlo.
Solo quiero recordar y no olvidarme de mencionar a todos aquellos a los que el COVID19 les adelantó su destino de forma injusta e indigna, para ellos nuestro eterno recuerdo.
El sentimiento de soledad nos acechaba frente a los disparos directos de la mayor pandemia sanitaria que recordamos. Aun así, intentamos con toda nuestra dedicación y todo nuestro amor, que los residentes nos dejasen de la forma más digna posible y que estuviesen acompañados.
Hace 6 meses se comenzó con las visitas presenciales, y fue un momento emotivo pero frustrante también.
¿Qué sentido tenía separar a un residente de su hijo, de su nieta, de su sobrino, de su hermano, de quien fuera por una mesa de 2 metros de distancia?
Sobre todo, ¿qué sentido tenía para aquellos grandes dependientes en los que la comunicación es nula si no es por vía táctil?, pero teníamos que ser cautos y cumplir con los protocolos que nos indicaban desde el Gobierno para proteger a los residentes de una segunda ola o brote. El corazón de todos los que supervisamos las visitas, nos incitaba a ser humanos y a rechazar las normas tan “absurdas” (pero no menos necesarias) que había que cumplir, pero tuvimos que vencer al corazón entre llantos, desesperación de las familias y residentes, e incluso la nuestra.
ES NECESARIO EL CONTACTO ENTRE LAS PERSONAS.
El contacto es amor, cariño, fuerza, esperanza… Para muchas personas el tacto es la única vía de comunicación libre que pueden utilizar por su gran deterioro cognitivo y ausencia de comunicación verbal; el contacto es esencial. Todos lo hemos damos por hecho, nunca nos pareció lo suficientemente importante porque siempre lo pudimos tener hasta que el COVID19 también nos quitó eso. Nos ha dejado un vacío emocional muy grande.
Tras momentos duros y vivenciar situaciones que creíamos que no íbamos a poder superar tanto trabajadores como residentes y familias; hoy, ahora, este mes hemos disfrutado y, lo más importante, creemos que os hemos hecho disfrutar a los residentes, familias, voluntarios y/o amigos.
Por ello, desde la FSVSC, en el mes de diciembre; mes de la Navidad, queremos y necesitamos regalar que los residentes tengan la oportunidad excepcional de recibir todos los abrazos que no han podido sentir durante este año. Nunca nos olvidamos de la importancia de la protección y prevención de la salud de todos, siendo imprescindibles los equipos de protección individual y la supervisión de un profesional sociosanitario para poder llevarlo a cabo.
La combinación perfecta es la seguridad y poder sentir el amor en tu propia piel.
Desde la Fundación esperamos que hayaís podido disfrutar de estos momentos:
Gracias por vuestra colaboración